El levantamiento en la Sede Benito Quinquela Martín

Somos estudiantes independientes. No cobramos. No estamos digitados. No tenemos un líder ni una agrupación política.

Tuvimos errores, tenemos distintas opiniones, pero sobre todo tenemos ganas de que nuestra facultad nos forme como artistas con mirada crítica e independiente, que nos permita la integración a los distintos circuitos artístico-culturales, a ayudarnos a vincularnos con los diferentes lenguajes artísticos, formándonos profesionalmente como debe hacerlo una Institución que surgió de la fusión de las mejores escuelas de arte de la historia argentina, entendiendo el arte como un oficio.

Los estudiantes de Visuales propusimos una toma con clases, con participación de todos los claustros para lograr en conjunto las salidas que finalmente logramos solos.

La intención de las autoridades fue desligarse de sus responsabilidades y depositar las problemáticas de la institución en sus alumnos, aplazando resoluciones imperiosamente necesarias.

   Estamos sorprendidos por la inoperancia e incompetencia que vimos en la mayoría de los lugares de reclamo a los que acudimos. El abandono que nos rodeó en este tiempo no debe repetirse. De nuestra parte hicimos todo lo que estuvo dentro de nuestras posibilidades para que los problemas se solucionen; está todo registrado y cualquier estudiante puede acceder a esta información. No podemos decir lo mismo de los demás actores en este conflicto.

La idea de que un Decanato absolutamente informado de los problemas que nos rodean no nos dé el lugar para el reclamo, que a nuestro parecer también les corresponde apoyar, es injustificable. Aceptar los errores  pero no hacer nada al respecto no es propio de una institución que busca la progresión de las ideas.

  Desde las distintas gestiones del IUNA impulsaron políticas nefastas de presión y desinformación para desviar la atención hacia el conflicto por la medida y deslegitimar los reclamos.

 

  Si bien nunca firmaron los petitorios que se redactaron en Asamblea, para el Decanato y para el Rectorado, paulatinamente se fueron solucionando algunos de los puntos por lo que reclamamos. Pero todavía falta.

Tanto el haber conseguido nuevos edificios (aunque en alquiler), un compromiso de compra de dos nuevos espacios, la adecuación de los planes de estudio vigentes en el Departamento de Artes Visuales, y el espacio físico para el centro de estudiantes se logró con la toma como herramienta de presión, a la que llegamos por el incumplimiento de los cargos que ejercen algunas  personas que mostraron un total desinterés por las necesidades básicas que la educación artística pública y gratuita exige.

Levantamos la toma porque creemos que, como herramienta de reclamo, cumplió su función logrando lo que logramos todos, y porque no pretendemos perjudicar el nuevo cuatrimestre que está por comenzar. Si se perdieron las clases de la última mitad de año fue por la falta de respuestas.

El movimiento de los estudiantes tiene que continuar.

No debemos despreciar el significado de este momento en el IUNA. Reivindicar el lugar que nos corresponde a los estudiantes depende de nosotros. De nadie más.